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El Poder es Poder, es algo de lo que ya no hay menor duda. Esas buenas intenciones de ayudar a los compatriotas, de generar un mejor estilo de vida, de brindar o "regalar" un futuro mejor, fueron y continuan siendo sólo discursos disfrazados en bellas palabras; mentiras que por un momento nos consuelan y después nos desconciertan, señalandonos nuevamente que nuestra decisión fue erronea y que, quizás estamos condenados al perpetuo fracaso.
Pensé por un momento, que nosotros no habríamos podido ser los victimarios y asesinos de nuestro propio progreso; dude ciegamente de nuestra incapacidad de aniquilar el bienestar, el prevalecimiento y la existencia de nuestro pueblo, pero infortunadamente creo que me equivoqué. Erré al no considerar la falta de compromiso (al elegir y participar democráticamente y sabiamente) y responsabilidad politica-ciudadadana, que nos aqueja.
Somos pacientes aún cuando salen a relucir las verdaderas intenciones de quienes se encuentran en el pedestal de la nación. Y es en ese momento, donde comienza la crisis: Los ciudadanos o pobladores comienzan a sentir los efectos del político-dictador; el hambre, el desempleo y la falta de libertad inician el camino hacia la cruel devastación o destrucción de las esperanzas, la bondad y sumisión de un pueblo.
Somos la causa y la consecuencia de nuestros desastres políticos, dado a que somos nosotros quienes tenemos el poder de elegir, de discutir, de retirar a aquello que nos hacen daño y nos conduce a una tenebrosa eliminación social. Sin embargo, esa labor de debatir no la tomamos en serio, nos importa más la moda o los teleshows que nos transmite la televisión colombiana, qué sentarnos a cambiar el presente y el fututo de nuestro país; una nación en la que reina la corrupción, la pobreza, el confort y la fortuna privada, por encima de la tranquilidad de una sociedad.
Entonces,¿Por qué nos hacemos la pregunta, de por qué el país está así? ¿Somos acáso complices de nuestro cruel destino comunal?
Por eso, mientras no tomemos conciencia y responsabilidad social-ciudadana, nuestro futuro no va a cambiar, y lo peor de todo, es que nuestros dirigentes segurirán considerando que el poder es poder, y por ello tendrán cada vez más autoridad para acribillar, asesinar y aniquilar la libertad, el éxito y la igualdad de nuestra comunidad.

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